⌚ Lectura mínima de 3 | El filtro de gasolina es un elemento fundamental para el buen funcionamiento del motor, ya que se encarga de evitar la penetración de impurezas que pudieran dañarlo. Pero, ¿y si el filtro de combustible está sucio?
El filtro de combustible en una malla protectora que evita que entre suciedad en el circuito de inyección del vehículo, la bomba de presión, el circuito de combustible o los inyectores. Un filtro de combustible sucio puede obstruirse y dejar de funcionar.
Entre las causas que influyen en la obstrucción del filtro de gasolina, podemos mencionar:
Un filtro de combustible sucio puede impedir la circulación adecuada del combustible, lo que podría provocar un funcionamiento irregular del motor y, por lo tanto, causar daños graves.
Por otro lado, un filtro sucio podría permitir el paso de impurezas, lo que aumentaría el rozamiento entre las partes móviles del motor provocando su rápido desgaste, lo que afectaría a otros componentes delicados de la mecánica del vehículo (válvulas, bomba de presión, inyectores ... ).
Observe con atención si el vehículo comienza a experimentar alguno de los siguientes síntomas, ya que puede ser una clara indicación de que el filtro está obstruido:
Si justo después de arrancar el motor o al ralentí notas que el coche está haciendo algún ruido extraño o irregular, puede ser porque el filtro está sucio.
Los problemas de arranque del automóvil pueden tener diferentes orígenes: batería, motor de arranque, sistema de transmisión, etc. Sin embargo, una de las causas más frecuentes es la obstrucción del filtro de combustible, que impide que fluya correctamente hacia el motor.
Puede saberlo fácilmente al oler un fuerte olor a gasolina o al observar una salida excesiva de humo a través del tubo de escape.
Si las revoluciones del motor bajan porque tiene poca gasolina, puede suceder que el coche se pare en plena marcha. Esta circunstancia ocurre normalmente cuando el automóvil ha estado inactivo durante largos períodos de tiempo, ya que, en esta situación, el combustible se deteriora y genera una gran cantidad de partículas que luego serán arrastradas hacia el filtro.
Esto sucede con mucha frecuencia en la actualidad, ya que muchos vehículos están inactivos durante mucho tiempo debido al COVID.
Este es el síntoma más fácil de percibir, porque la obstrucción del filtro reduce el flujo de entrada de combustible, generando así aumentos y disminuciones bruscas de potencia.
Se puede comprobar fácilmente cuando, al exigir un aumento de potencia, en un momento determinado, por ejemplo, en un adelantamiento, el coche no responde. Y también se puede observar que el rendimiento del vehículo desciende considerablemente al transportar una carga.
Este es otro posible síntoma de un filtro obstruido o sucio. Un filtro, en estas condiciones, hace que la presión de suministro de combustible no sea la adecuada, por lo que para compensar, el motor demandará una mayor cantidad de combustible, lo que inevitablemente aumentará el consumo de combustible y las visitas a la gasolinera.
La mayoría de fabricantes recomiendan cambiarlo a 60.000 kilómetros, pero sería preferible hacerlo a 30.000, para evitar problemas añadidos.
Su sustitución es una tarea sencilla y no muy cara ya que, entre mano de obra y filtro, puede costar unos 50 o 60 euros. Hay muchos tipos de filtros en el mercado, pero los más utilizados son los blindados o de cartucho.
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