El Free Aero RC by Castelli es un culotte evolucionado en mucho tiempo 

2022-08-14 10:07:01 By : Mr. Zheng Huang

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El Free Aero RC es el mejor culotte corto de competición de Castelli, lo que significa que es altamente confortable incluso para los que no compiten. 15 años de desarrollo que han dado como resultado un culotte extremadamente cómodo y rápido, eliminando en su fabricación todo lo que no era estrictamente necesario.

Desde sus orígenes, el Free Aero ha ganado tres ediciones del Tour de Francia, tres del Giro d’Italia, una de la Vuelta España y una Milán-San Remo, pero también se ha convertido en uno de los emblemas de Castelli porque lo hace todo bien. El concepto es sencillo. Partir de la mejor badana que tenemos y aplicarle un culotte corto que garantiza una excelente sujeción muscular y compresión. Y eliminamos lo que no es realmente necesario.

Es Free gracias al número reducido de paneles y de costuras. Las piernas están construidas con solamente 5 paneles en comparación con los 10 de la generación anterior.

Es Free gracias a la badana sin costuras perfeccionada Progetto X2 Air Seamless, construida con dos capas separadas. La Skin Care Layer es elástica y suave en contacto con la piel para evitar irritaciones, y la Cushioning Layer, con espuma de dos densidades y paneles transpirables de gel, garantiza una amortiguación progresiva.

Es Free gracias a los tirantes más minimalistas que jamás has visto en un culotte corto. Están fabricados con tejido de celdas abiertas para garantizar mayor ventilación y llevan un refuerzo en la parte superior trasera para que permanezcan planos. Los tirantes de la parte trasera están fabricados en tejido de rejilla para mantener el cuerpo fresco. Han sido diseñados con una construcción minimalista, pero garantizan la suficiente sujeción para mantener el culotte en su lugar. Hemos aplicado un bolsillo en la parte central trasera de los tirantes.

Es Free porque este es el primer culotte corto de gama alta que no necesita silicona en la terminación de la pierna para mantenerla en su lugar. Castelli ha desarrollado 28 prototipos con la finalidad de llevar a cabo el programa de pruebas más extenso hasta la fecha, consiguiendo la terminación de la pierna más confortable jamás fabricada. El tejido Forza 2 contiene el 32 % de Lycra®, es altamente elástico para una excelente sujeción muscular y para una correcta compresión. Detalles reflectantes en la parte trasera, marca gráfica cosida y marca denominativa en relieve.

El culotte con tirantes Free de Castelli siempre ha estado impulsado por el concepto de su nombre: hacer sentir más libre al usuario eliminando todo lo innecesario. Esta es la quinta actualización importante. El concepto original se remonta a 2007, cuando lanzamos un nuevo e innovador culotte de competición para el regreso de Castelli al Pro Tour, como se llamaba el World Tour en entonces.

PARA MUJER Y PARA HOMBRE

Los objetivos de diseño y rendimiento del Free Aero RC son los mismos tanto para la versión masculina como para la femenina, por lo que las dos versiones también son bastante similares. Mismos tejidos, mismos acabados de piernas, mismos materiales en los tirantes. Sin embargo, el patrón era completamente diferente al de la primera muestra, por lo que el ajuste es muy específico para cada uno de ellos. Dos vías de desarrollo diferentes para ofrecer las mismas prestaciones.

Aquí tienes algunos detalles más que debes conocer:

El tejido Forza 2 tiene un 32 % de Lycra® con un módulo alto para brindar un soporte muscular excepcional y la cantidad justa de compresión. Hay ribetes reflectantes en la parte posterior. Y todos los logotipos están cosidos o grabados en relieve para mayor durabilidad.

Cuenta con un bolsillo trasero funcional que resulta ideal para la radio de carrera para los profesionales, mientras que los ciclistas amateurs pueden utilizarlo, por ejemplo, para guardar dinero o llaves de manera segura.

Todos los logotipos están cosidos, grabados o sublimados. El estampado y la sublimación son permanentes, mientras que el logotipo cosido solo se soltaría si se rompiera la costura, pero aun así se puede reparar fácilmente. Se acabaron los logos rotos o desprendidos con el nuevo Free.

La búsqueda de la excelencia aerodinámica siempre ha sido una constante en las prendas de Castelli. Y, por tanto, también hemos desarrollado este culotte con el objetivo de que fuera lo más rápido posible.

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El Tour de Francia, el gran escaparate, es a su vez también el sitio donde poner la máxima exigencia sobre el material y entre otras piezas, obre las ruedas, el calzado de los campeones, el punto de contacto con el suelo, o los suelos. Nosotros hemos tomado el pulso a lo que DT Swiss tiene por la mejor carrera del mundo.

El Lotto Soudal es sin duda una de las estructuras con más solera del pelotón.

En este Tour trajo lo mejorcito de la casa con un desafortunado Caleb Ewan al frente que no gana para caídas.

Entre sus ocho ciclistas, un Philippe Gilbert que en la etapa que pasó por Bélgica navegó entre multitudes.

El B&B es un modesto equipo francés que hace de esta carrera el epicentro de su calendario con continua presencia en escapadas y diferentes cortes.

La rueda es clave en un recorrido con tantos matices, en un ciclismo que potencia la variedad en superficies como elemento diferencial entre ciclistas, hemos tenido tierra, adoquín y, por supuesto, asfalto, mucho asfalto pero no todo igual, desde las perfectas carreteras danesas a las rugosas y rotas rutas de los Alpes y Pirineos, en escenarios tan dulces para la vista como peligrosos para el ciclista, pues alternan tramos castigados por el tiempo, con otros renovados y zonas de sombra y humedad.

En este cambiante escenario, DT Swiss ha abierto todo el abanico para rendir a satisfacción en cada terreno, un abanico que incluye las tres grandes familias: Aero, Performance y Endurance.

El modelo más común es la ARC1100, una llanta aero que suele ir con 50 mms de perfil, ideal para un manejo suave y rodar potente en todo tipo de terreno.

Notar, por eso, que los perfiles pueden variar hasta en tres opciones, siempre con freno de disco, con anchos 50, 62 y 80 e incluso lenticular, para cronos y triatlón

Lo más común, por eso, es la llanta en 50, con acento en la aerodinámica en todos sus elementos.

Lleva radios planos exclusivos para esta rueda, excelentemente encajados en un buje Dicut, mucho más ligero y concebido para que la rueda responda con todo tipo de viento.

Al margen del rendimiento, se busca control sobre la rueda en cualquier situación, entre racheado o no.

De neumático suelen llevar un 25, el ancho ideal para esta rueda.

Philippe Gilbert en el Tour de Francia. Imagen: FB Lotto Soudal Cycling Team

Si en las primeras, la clave es la aerodinámica, aquí el peso está arriba de todas las prioridades, pues son más estrechas y con menos perfil, en otras palabras, al utilizar menos material es más ligera.

Es la rueda escaladora de la marca, un modelo que viene de lejos pero cuyas prestaciones la hacer ser utilizada aún hoy.

Se suele montan con neumáticos que van de 23 a 25.

Al pertenecer a la familia endurance, las vimos especialmente en la etapa de adoquines, pero se pueden sacar en muchas circunstancias, pues su ancho interior permite montajes de neumáticos que van de 25 a 32 pasando por 28.

Podemos asegurar que es apta para gravel.

Se trata de una rueda muy moderna, con perfiles de 35 y 45, según se quiera, concebida para para rodar muchos kilómetros y por su buena absorción, siendo más ligera, incluso, que la propia escaladora por los materiales y buje utilizados.

Además al tener canal más ancho propicia más seguridad sobre la bicicleta y tracción en las curvas.

Imagen: A.S.O./Aurélien Vialatte

No es utópico decir que el sol se sale y se pone en Flandes con la bicicleta.

No es utópico decirlo, tampoco pensarlo, porque una vez pisas esa tierra bendecida por la bicicleta, te vas con esa impresión.

Flandes se relaciona con algunos elementos turísticos muy establecidos, una merecida fama de arte y monumentalidad, una gastronomía basada en un líquido dorado llamado cerveza, en todas sus gradaciones, un molusco famoso en los bulevares bruselenses y fuentes de chocolate…

Elementos de la mesa que hablan de la importancia de esta tierra en el mundo, de la cantidad de parajes que pisaron los flamencos y lo mucho y bueno que se trajeron por donde viajaron.

Hay formas de conocer esta cuña de terreno en la vieja Europa, pero sobre una bicicleta, Flandes se desnuda, se abre en canal, en todos sus aspectos y matices, una manera de conocer el terreno mejor que ninguna otra.

La bicicleta por Flandes viaja por las raíces de campiñas eternas, salpicadas de violentas pero pequeñas colinas, llenas de historias, ciclistas y no, caminos estrechos y granjas, muchas granjas.

Porque Flandes es, como dijimos, rural, surge del campo y del cariño por esas enormes campas que tanto y tantos han visto pasar.

Sobre el mapa, ese rectángulo se llena de líneas de colores que no dejan sitio por pisar.

Son las nueve rutas icónicas en bicicleta que nos proponen por Flandes, desde las playas del Mar del Norte a la frontera con Países Bajos y Alemania.

Hay rutas geográficas, como la de la costa, de ríos, tipo Escalda y Mosa, también históricas, por la memoria de la Gran Guerra, e industriales, por la antigua ruta ferroviaria del carbón, hasta la de colinas, llenas de iconos del Tour de Flandes, y ciudades del arte junto a dos vueltas la del cinturón verde de Bruselas y la que dibuja el contorno de todo Flandes.

El buen ciclista que quiere conocer Flandes tiene que tener varias cosas por seguras, que las rutas van a estar perfectamente señaladas, que el tráfico será tranquilo y respetuoso, que las subidas no van a ser largas aunque algunas sí que empinadas y que en cada esquina tendrá ganas de apearse de la bicicleta y ver qué se cuece en el lugar.

Nosotros conocimos de primera mano dos rutas.

En la primera, bien remojados por una pertinaz pero agradable lluvia de junio, algunas de las colinas del Tour de Flandes las pudimos probar con alforjas.

Camino de Geraardsbergen, una ciudad que nos recibe entre canales, la ruta es un continuo subir y bajar que acaba en la Grand Place de la ciudad.

Allí, entre terrazas recogidas y gente disfrutando del domingo, apreciamos ese monumento tan belga que no es exclusivo de Bruselas, el Manneken Pis al pie de un ayuntamiento que merece un momento.

Es el kilómetro cero de la subida a la capilla, el Kapelmuur, un sitio que, como Nueva York, nos sabemos de carrerilla por verlo cada año en televisión.

Una tertulia ciclista nos anima en la entrada de la capilla, unos van de excursión, como nosotros, otro viene de Amberes y le pilla el sitio camino de Roubaix, le esperan más de 150 kilómetros bajo una cortinilla de agua estival.

Kappelmuur, un sitio que todo amante de la bicicleta debería conocer

Sin tregua, hacemos el tramo final y antiguo de De Ronde, pues la ruta conduce hasta el vientre del Bosberg, el último gran filtro de Flandes durante tanto tiempo, hoy sugerente, con lluvia densa y niebla baja, un sitio que invita a aislarse del mundo.

El camino de la ruta de las colinas debe ser escogido con cuidado, no todo el mundo puede encajar con alforjas sobre la bicicleta, el desnivel al final del día habla de la dureza acumulada.

En todo caso, que nuestro mapa siguiera camino a oriente, por entre urbanizaciones, pueblos dispersos y limpios campos de trigo y lúpulo pasando por fortalezas, instalaciones de la misma OTAN, tan en boga hoy y prados salpicados de vacas paciendo con placidez

Una advertencia, no es extraño cruzarse con una carrera, sea pro, sea amateur o sea una kermesse, las misas del ciclismo flamenco.

En el anillo verde de Bruselas, la variedad de paisajes es brutal.

Ciertos emblemas asoman por la ruta verde de Bruselas

Pasamos de grandes páramos mecidos al viento, a la intimidad de caminos vecinales adoquinados y los alrededores del mismo aeropuerto, sin obviar los vestigios de un pasado industrial muy potente.

Es el corazón de Europa y de la cerveza, pues en el camino varias fábricas toman la cuneta, mientras ciclistas de todas las edades, sin importar si llueve o no, pululan por cada curva.

Fueron dos días, pero podían haber sido muchos más, sin duda, un reto de disfrutar y aprender, en un territorio en el que la bicicleta es algo así como una «vaca sagrada».

Irse allí, sin más información que el GPS cargado y la mirada afilada para los carteles es más que suficiente para sacarle todo el rédito a una excursión perfecta para disfrutar en bicicleta.

El 25 de septiembre los tramos entre Girona capital, por norte y sur, y la costa estarán minados de ciclistas con la Continental Ciclobrava en su edición de 2022, uno de los clásicos del calendario cicloturista, enmarcado en la feria de la Sea Otter Europe.

Para la versión corta existe la Ciclobrava 70, una salida de 70 kilómetros con tres altos en el camino con Santa Pellaia, Madremanya y la traca final en Montjuïc, antes de entrar en la ciudad y descender hasta el recinto de la Sea Otter Europe.

Son 800 metros de desnivel de esencia «gironina» con paso por el precioso pueblo de Monells.

En el formato medio está la Ciclobrava 100, que le suma un cuarto puerto.

Es un 100 x 1000, es decir 100 kilómetros y 1000 metros entre cuatro puertos, Romanyà,, La Ganga, Madremanya y Montjuic.

En el tope de gama la Ciclobrava 140.

Son 140 kilómetros y 1750 metros que llevan al pelotón hasta la costa por Sant Grau d´ Ardenya, para tomar dirección norte hacia Sant Feliu de Guíxols, y entrar de nuevo al interior superando Romanyà, la Ganga y Montjuic.

En paraje lleno de matices y variantes, la cantidad de sitios que merecen un vistazo no es pequeña.

Sin embargo hemos hecho una pequeña selección.

Sant Grau d´ Ardenya es una amable subida que llevará a ciclistas de la versión larga hasta la costa.

Coronar el alto significa dejar atrás un cerrado bosque y abrir la mirada sobre el azul Mediterráneo.

Común a todos los itinerarios, Monells surge tras preciosas y reviradas carreteritas por la plana del Empordà.

Monells es arquitectura medieval hasta los días de hoy muy acostumbrada al ambiente ciclista y cosmopolita que define la tierra de Girona.

«Al llegar a Monells, veremos el conjunto formado por plazas y calles, que ejemplifica la evolución de la arquitectura con el paso de los siglos. Del románico, se conservan partes de las murallas y torres que rodeaban el pueblo. Del gótico, la Plaça de l’Oli, y algunos ventanales«

Antes de llegar a la ciudad Montjuic es el epílogo ilustrado para la Continental Ciclobrava 2022 suponiendo la última dificultad de la prueba, con alto en un castillo del siglo XVII que descubre el primer skyline medieval de Girona.

El domingo 25 de septiembre, a las 7.45 horas de la mañana, tenéis una cita bajo el arco de la Continental Ciclobrava 2022.

Para estar al corriente en Instagram

No es habitual tener una etapa de pavés en el Tour de Francia.

Desde que tengo memoria, la primera fue en 2010, y creo que no me equivoco que para la anterior habría que remontarse al Tour de 1983 con aquella etapa en la que Angel Arroyo sacó nota sobre el pavés y terminó por los suelos en el velódromo de Roubaix.

En 2010 fue la primera que recuerdo y a partir de ese momento, hemos vivido la de 2014, 2018 y la de ayer.

Una cosa tiene en común estas jornadas, hay alguien que si no pierde el Tour, queda muy cerca de hacerlo.

En la etapa de este miércoles, Primoz Roglic fue la víctima más evidente, si el esloveno gana el Tour habrá realizado una más que interesante remontada.

En todo caso, más allá de lo puntualmente deportivo, sí que quiero pararme en el debate: Pavés en el Tour ¿sí o no?

Ponerla cada año es una obligación que el ciclismo no debe imponerse, las cosas así, especiales, resultan atractivas cuando son cada cierto tiempo, ponerlas cada año le quitaría esa magia de nervios, incertidumbre y tensión que siempre las rodean.

Además, que poner una brutalidad así anualmente, por muy lejos que esté de la dureza de Roubaix, significaría un injusto condicionante para quien no domina la disciplina.

Si queremos pavés en el Tour porque permite abrir el abanico de aspirantes, si lo ponemos todos los años, ya estaríamos decantando la balanza.

En todo caso, el ciclismo actual tiene una cosa muy asentada que perjudican, precisamente, a las grandes vueltas.

Cada vez quedan menos terrenos que hagan daño, pero daño de verdad, y rompan una igualdad que es bonita aunque al mismo tiempo lastra el espectáculo.

El pavés en el Tour, como el sterrato en el Giro, es un día que saca lo mejor de cada colectivo que compite en el Tour, es una piedra en el zapato de los favoritos, que en su amplia mayoría salen de la zona de confort para optar a la victoria.

Además, un día así quita caretas retrata a cada uno como es.

Si Pogacar es «Juan sin miedo» y entra a saco en cada tramo, otros prefieren meterse en el grupo, pasar desapercibidos y ver la tormenta pasar, eso si no les llega una caída o pinchazo.

Y es que el factor incertidumbre en estos días es impagable, con un goteo de informaciones por Radio Tour que te tiene casi más pendiente que lo que ves en la tele, pues aquí es imposible verlo todo.

En fin, que pavés sí, siempre pero con control, lo bueno gusta, lo mucho empacha.

Perfil de El Cuaderno de @JoanSeguidor

⛰Collada de Beixalís⛰ 👉🏼 Puerto muy tranquilo, violento y duro. 🔝Una prueba de categoría para las piernas, hay que afrontarlo con filosofía

📢📢📢 "No fui consciente de la importancia de lo que hice hasta que Perico fue segundo en el Tour, años después" Ángel Arroyo sobre el Tour 1983 con @jorgeanlastra https://go.ivoox.com/rf/90672277 #podcastjs

«Monsieur Anquetil, no le pedimos que pierda, sólo que no despliegue todo su potencial» https://joanseguidor.com/anquetil-poulidor-lugano/

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