"One Song", de la directora belga Miet Warlop, nació de una invitación que le hizo a la artista NTGent, dirigida por Milo Rau, para contar su "historia teatral", reto aceptado por directoras como la española Angelica Liddell.Warlop construye una escena frenética que conquistó al público de Aviñón el viernes, casi una pesadilla en tecnicolor, mezclando deporte y música para retomar el hilo narrativo de su carrera, que comenzó en 2005 con un "réquiem" por su hermano."One Song", de la directora belga Miet Warlop, nació de una invitación que le hizo a la artista NTGent, dirigida por Milo Rau, para contar su "historia teatral", reto aceptado por directoras como la española Angelica Liddell.Warlop construye una escena frenética que conquistó al público de Aviñón el viernes, casi una pesadilla en tecnicolor, mezclando deporte y música para retomar el hilo narrativo de su carrera, que comenzó en 2005 con un "réquiem" por su hermano.El trabajo del director y artista visual Miet Warlop incendió uno de los escenarios principales del Festival de Avignon el viernes (8), reuniendo algunos de los mejores ingredientes que componen el menú iconoclasta de la escena contemporánea.El espectáculo abandona cualquier uso clásico del texto, que en "One Song - Histórias do Teatro IV" se convierte en nada más que un ruido, difuso e irónico, que resuena en el megáfono de un "comentarista deportivo" que parece haber salido de una macabra "disneylandia".Ese mismo texto que aparece fagocitado y reinventado a través de pladur blanco, dando una extraña y frágil concreción a expresiones como "Si", "Sí", "Nosotros", "Por qué", "No".Tableros que son manipulados por una "animadora" barbuda, cuyos movimientos realizan un ballet absurdo, como si compusiera bloques de palabras en un extraño juego de mesa.Un texto que puede incluso hacerse añicos en el suelo y convertirse en polvo, disolviendo la idea de permanencia del relato en la escena.El mismo polvo blanco utilizado por la gimnasta-intérprete antes de montar el "caballo" para tocar furiosamente su violín durante "One Song", la interminable "canción" de Warlop.Y "juego" es quizás precisamente la "palabra" que mejor define la escena humorística del belga Miet Warlop.En el escenario, 12 artistas se reúnen para ilustrar la potencia creciente del deporte ("resultado supremo del movimiento") y la música ("el apogeo de los sonidos y los ruidos").En un tsunami de uniformes deportivos, toallas, objetos, instrumentos y micrófonos, interpretan juntos un largo canto intermitente, bajo el efusivo aplauso de una afición enloquecida, dispuestos sobre un banco del escenario, verdadera metáfora de un minipúblico, que puede alternar animar o abuchear a los fans actores.UNA CANCIÓN ?Historia(s) del Teatro IV ?Miet Warlop & NTGent (Seizoenspresentatie 22?23) de NTGent en Vimeo.Como una micro-sociedad, los personajes de "Uma Canção" muestran sus deseos y frustraciones, como si repitieran sin cesar rituales de despedidas y comienzos.El belga propone escenificar una celebración, ofreciendo un verdadero arsenal para vivir una ceremonia intermitente, que apunta a la vida o la muerte.Es “un canto en forma de espectáculo con el trasfondo metafórico de la competencia, que nos invita a formar una comunidad, unida y diversa, a levantarnos en forma de celebración, a transmitir alegría y emoción a través del canto con mucha intensidad. Como una explosión de energía”, dice el director en una entrevista con el Festival de Avignon.En este sentido, la artista, cuya dimensión plástica recorre la obra, afirma que su obra "toca el exorcismo" entendido como "la expresión de nuestros demonios y nuestros miedos", dotando a "One Song" de una ambición catártica.Dispuesto en la primera línea de la escenografía, un metrónomo -un objeto utilizado por los músicos para marcar el ritmo- parece dar al público pistas sobre los límites de la escena.Es este objeto al que recurren los actores cuando necesitan imponer límites físicos a la escena, como cuando piden un descanso para hidratarse o cuando necesitan "estirar" el tiempo de una escena, realizada en cámara lenta.Una escena que se almacena, un objeto que determina la celebración: la alquimia plástica entre el absurdo y el luto marca la pauta de la canción del director belga."One Song - Stories from Theatre IV", de Miet Warlop, se exhibirá en el Festival de Avignon hasta el 14 de julio.ID: {{comentarios.info.id}} URL: {{comentarios.info.url}}Por favor, inténtelo de nuevo más tarde.No es posible publicar nuevos comentarios.Solo los suscriptores pueden leer y comentar.¿Aún no eres suscriptor?Suscríbase ahora.Si ya es suscriptor de UOL, inicie sesión.El autor del mensaje, no UOL, es responsable del comentario.Lea los términos de uso