¿Sabes para qué sirve el cilindro de los cables? - AméricaEconomía | AméricaEconomía

2022-07-02 07:25:01 By : Ms. Stella Lee

Cromo - El Observador. Esos cilindros acoplados en los cables de dispositivos –cargadores, teclados, notebooks, entre otros– se llaman núcleos de ferrita, pero también se los conoce como filtros de interferencias electromagnéticas (EMI). ¿Para qué sirven? El núcleo de ferrita actúa como un filtro de corrientes parásitas y evita que se pierda energía en los cables.

De esta forma, un cargador es más eficiente y lo es más cuanto más cerca está de la fuente de electromagnetismo; por eso es habitual encontrar el cilindro cerca de los extremos de los cables.

Si se corta el plástico que recubre al núcleo de ferrita, se encuentra otro cilindro de metal en su interior. Esta pieza absorbe y libera cualquier tipo de radiación mientras que la corriente sigue fluyendo en su interior, informó ComputerHoy. Si los cables no tuviesen uno de estos filtros, la radiación podría causar interferencias en otros aparatos a su alrededor.

Mientras muchos usuarios sufren por la escasa disponibilidad de computadores de alta gama, la tecnológica estadounidense se ha concentrado en invertir para asegurar la disponibilidad de semiconductores y procesadores. Todo esto respaldado en algo más que una contingencia puntual, pues el advenimiento de tecnologías como los vehículos autónomos y el metaverso prometen cambiar para siempre las exigencias de procesamiento.

El directivo acota que también depende de la industria y del retorno a la inversión, de cómo ven la transformación digital | Intel

Los efectos de la pandemia han traído un vaivén inusitado en el mundo de los negocios, impulsando tendencias que llevaron a compañías tecnológicas como Intel a estar en el foco de procesos claves.

Como todos, la estadounidense sufrió un duro golpe con el inicio de los confinamientos, sin embargo, esto derivó rápidamente en un incremento excepcional en la demanda por dispositivos tecnológicos para soportar las labores remotas. Así, el mercado de los computadores vivió momentos gloriosos, pero con los posteriores rebrotes y la crisis en la cadena de suministros, vinieron aguas más complejas de navegar.

La tecnológica reconoce que a esta altura de 2022 la disponibilidad de ciertos componentes para fabricar los equipos sigue resentida por los problemas en la logística mundial, lo que afecta especialmente a la oferta de computadores de mayor performance.

Sin embargo, a nivel de procesadores la situación parece controlada. Impulsado por el nuevo CEO de la compañía, Pat Gelsinger, Intel dio un giro estratégico al comenzar a invertir en fábricas de occidente que llegaron a duplicar la capacidad instalada de procesadores previa a la pandemia. Esta jugada levantó infraestructura en lugares como Costa Rica, Ohio, Alemania, Arizona, Israel e Irlanda, equilibrando la balanza con la producción en países del oriente como Taiwán y Corea.

El contexto general de esta decisión reside en la seguridad de Intel de que la demanda de semiconductores y procesadores va a seguir muy explosiva. “Todas las cosas van a tener necesidad de procesamiento como un computador”, comenta en conversación con AméricaEconomía, Marcelo Bertolami, director general de Intel para los países emergentes de Latinoamérica. A eso le acompaña el hecho de que necesitarán estar conectadas, incorporarán más inteligencia artificial y serán procesadas en el edge (o borde).

Los vehículos autónomos son un ejemplo de la necesidad de que el procesamiento esté cada vez más cerca del dato. “[El auto] debe tomar decisiones en tiempo real, no puede esperar a que la información vaya al data center -al cloud- que vuelva y le diga que si lo que está al frente es un ciclista o no; el auto tiene que tomar la decisión ya y frenar”, grafica Bertolami.

“Si genero un dato, tengo que procesarlo y tomar acción con ese dato donde se genera este, en el edge, es decir, donde está la cámara del auto. Por eso el auto es un data center sobre ruedas. Tiene que interpretar todas las cámaras y radares que tiene alrededor, entender cómo son los mapas y aprender a manejar cada vez mejor gracias a la inteligencia artificial, con lluvia, niebla, nieve o sin luz”, complementa.

Lo mismo sucede con una cámara que debe detectar si hay una falla en una línea de producción o si hay un atentado en una calle. Lo tiene que hacer rápido, con inteligencia en la misma cámara y mandar solamente la información pertinente al cloud.

“Esos son ejemplos de por qué creemos que el 75% del cómputo va a estar en el borde en 2025, más o menos. Hoy parece que todo se va a la nube, pero también va a haber una vuelta hacia el borde por esta necesidad de tener que tomar decisiones en tiempo real”, asevera el representante de Intel.

El metaverso es otra de las innovaciones que mejor refleja la venidera demanda tecnológica. “Imagina la necesidad de computo que necesitas, con billones de usuarios al mismo tiempo, para manejar 3D inmersivo, con calidad fotográfica, realidad virtual, en tiempo real y 7x24. Vas a necesitar mil veces la capacidad de cómputo que tienes hoy en las redes de telecomunicaciones, en los computadores y en el cloud. El metaveros de por sí es un driver del punto de vista de consumo y entretenimiento”, expone el ejecutivo argentino.

En paralelo, a nivel corporativo, estará expandiéndose la transformación digital de las empresas y la digitalización de los procesos productivos con los digital twins, tecnología que emula a nivel virtual las capacidades físicas para simular distintos escenarios.

En cuanto a las expectativas por estos avances en América Latina, si bien reconoce que la región está retrasada con respecto a Estados Unidos y Europa, ya existen aplicaciones en empresas de la banca, la minería o el oil & gas. Vamos a pasar de un 5% de empresas con proyectos en el cloud a un 80% en tres años -comenta Bertolami-. Eso va a hacer una aceleración infernal en los procesos de transformación digital.

Por otro lado, el directivo acota que también depende de la industria y del retorno a la inversión, de cómo ven la transformación digital. “Cuando hay una necesidad y una razón de negocio, las cosas se hacen y pasan. El tema es la ecuación económica y el problema a resolver. ¿Hay probabilidades de hacerlo en Latinoamérica? Sí, hay muchos de los que están en el ecosistema que están viendo a la región como un lugar para hacer la transformación, totalmente. Y nosotros lo vemos así también”, finaliza Bertolami.

Los vehículos autónomos son un ejemplo de la necesidad de que el procesamiento esté cada vez más cerca del dato| Mobileye

En Latinoamérica Chile es un caso de referencia para ilustrar el aumento de la demanda por computadores. Como explica Marcelo Bertolami, el país tenía un mercado de consumo en torno a los 550.000 unidades de PC en 2019, que aumentaron a 831.000 en 2020 hasta alcanzar un peak en 2021 de 1.050.0000 unidades vendidas, números similares a México, un país seis veces más grande en población.

Para este año, Bertolami estima que todo se estabilizará en torno a las 850.000 u 875.000 unidades, que representan igualmente casi un 50% de incremento comparado con 2019.

El ejecutivo de Intel explica que esta ola de consumo tuvo cambios importantes en el consumidor. La demanda se ha sofisticado y las exigencias por mejores equipos se ha hecho evidente, especialmente en mercados como el chileno y peruano. En ese sentido, los productos para gaming, que son de alta exigencia por las capacidades que demandan los juegos en línea, han marcado pauta en la oferta de computadores, atrayendo incluso a quienes no son jugadores pero necesitan de creación de contenido, especialmente a nivel gráfico y diseño.

“Esa percepción de que Latinoamérica es un mercado de gama baja, ha cambiado mucho; no es verdad, es de hace 10 años. La disponibilidad de productos en Latinoamérica, hoy por hoy, es de última generación. Puedes tener un retraso de meses por los embarques o con las irrupciones en la cadena de suministro, pero a las multinacionales no les conviene traer productos antiguos”, comenta Marcelo Bertolami. Él agrega: “A partir de la necesidad de estar conectados es que la gente se dio cuenta de que los productos de entrada ya no le dan lo que se necesita para hacer una conexión por videollamada, por ejemplo”.

La apertura comercial de mercados como Perú y Chile, especialmente de este último, lo posicionan con una disponibilidad mucho más alta y rápida de productos, impulsado a su vez por los retailers, quienes ven en ello una línea de negocio muy importante y estratégica que potencia la dinámica con una variedad de marcas, desde Apple y las tradicionales hasta las nuevas asiáticas como Honor, Asus y Huawei.

Tras un año récord en levantamiento de fondos para América Latina y con múltiples unicornios, surgen las dudas respecto a si habrá dinero para financiación en igual medida para 2022. Apuestas más responsables y proyectos de negocio rentables asoman en el horizonte.

South Summit celebra en Madrid sus 10 años con US$ 250.000 millones de más de 200 fondos de inversión.

La innovación se ha tomado Madrid. Las mentes y desarrolladores de más de 3.000 startups de todo el mundo se han dado cita esta semana en la capital de España para participar en South Summit, uno de los mayores escenarios de emprendimiento de Europa que conecta a todos los players del ecosistema, y que este año celebra su décimo aniversario bajo el lema “Decoding Complexity” (Decodificando la complejidad).

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Y es que son tiempos complejos. El evento de innovación, que nació en 2012 en medio de una profunda crisis financiera, llega a los 10 años con una amenaza latente de recesión que está llevando a las empresas de venture capital a ser más “cautelosas”. Una determinación que ocurre poco después de haber registrado en 2021 un año récord en aportes de capital.

La pregunta obligada es si habrá o no dinero en igual medida para financiación este año. Y los expertos presentes en South Summit coinciden en que sí, aunque esto no significa que la dinámica será la misma. En teoría, habrá lo que Juan José Güemes, presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación del IE University –coorganizador del South Summit– considera un cambio de paradigma, y con esto se refiere a un giro en “cómo se van a repartir los recursos”. Por tanto, veremos a firmas de venture capital haciendo apuestas “más responsables” y buscando proyectos con planes de negocios más rentables.

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“Los inversionistas tienen los mismos millones, pero ahora serán más cuidadosos al momento de aportar capital”, reconoce también Jorge Padrón, CEO de Bridger Lab, una startup peruana enfocada en servicios de e-commerce que está viviendo de cerca la experiencia de este cambio.

Sin embargo, una señal de que la “época dorada” no ha terminado del todo, parece ser justamente South Summit que este año cuenta con US$ 250.000 millones de más de 200 fondos de inversión. “El ecosistema se reinventa con la crisis”, dice María Benjumea, fundadora y CEO de South Summit, para quien la evolución del ecosistema español en la última década ha sido “brutal”. España cuenta ya con 11.000 startups y al cierre de este año alcanzaría una valorización de US$ 83.000 millones.

Buenos números, pero que no parecen ser suficientes según el Global Startup Ecosystem Index de StartupBlink . El ranking destaca un impulso negativo para España con un resultado poco favorable en siete de sus ocho ecosistemas, lo que la llevó a perder un puesto y la ubicó en la casilla 16 a nivel global y en la décima dentro de la Unión Europea.

Y en South Summit todos parecen tenerlo claro, considerando, por un lado, la magnitud de la cita en la que este año 100 startups de 114 países participan como finalistas de la Startup Competition; y por el otro, la promesa de la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, de acelerar la nueva "Ley de Startups" para que sea aprobada antes de que finalice el año.

La fiesta del emprendimiento termina este viernes y el resultado, desde ya, parece prometedor, pero aquí nadie baja la guardia.