¿Cuánto consume realmente un PC? Cómo medirlo sin problemas

2022-08-14 10:03:39 By : Ms. Bernice Lau

Es lo suficientemente potente mi fuente para mover mi sistema?? Esta pregunta se realiza constantemente en los foros de Hardware y de Presupuestos Hardware de ADSLZone pero antes de responder a esta pregunta convendría analizar la importancia de la fuente de alimentación en nuestro sistema.

La fuente de alimentación es el corazón de nuestro sistema. Es la encargada de suministrar la potencia requerida a los diferentes componentes que lo forman de manera estable, sin picos de tensión ni ruidos parasitarios en la corriente que suministra y con los voltajes dentro de unos parámetros del 5% del valor nominal que marca el estádar ATX, que son:

+3.3 V, el voltaje ha de permanecer entre los +3.135 V y los 3.465 V.

+5 V, el voltaje ha de permanecer entre los +4.75 V y los 5.25 V.

+12 V, el voltaje ha de permanecer entre los +11.40 V y los 12.60 V.

Por qué es importante que los voltajes permanezcan entre estos dos valores?? Porque si el valor es demasiado bajo, el componente no recibe la suficiente alimentación con lo que no puede funcionar y se generarán cuelgues aleatorios del sistema, generalmente cuando se estrese el componente; si el valor es demasiado alto, lo que hacemos es freír el componente con un exceso de voltaje lo que provocará que éste se queme. Para averiguar los voltajes de vuestra fuente, podéis mirarlo en la BIOS de la placa base que siempre suele incorporar un apartado que nos indica estas medidas. Programas como el HardwareMonitor o el Everest no son 100% fiables para estos temas dado que dependen mucho del tipo de sensor que incorpore la placa base, y si éste es un ITE IT87, os podéis olvidar que sus lecturas sean correctas.

Sin embargo, es probablemente el elemento menos valorado a la hora de construir un sistema. La mayoría de usuarios simplemente le encasquetan lo primero que pillan y que haga mover con cierta soltura el sistema, sin comprender realmente las consecuencias de sus actos, consecuencias que suelen ser bastante caras el día que llega Paco con las rebajas.

Porque simple y llanamente, es lo peor que podéis hacer. Como norma general, las fuentes genéricas suelen estar fabricadas con tecnología antigua y componentes de muy baja calidad que son incapaces de suministrar la potencia que anuncian, por lo que es bastante común ver en este segmento fuentes ultra potentes (en teoría) potenciando sistemas que no consumen gran cosa en realidad.

Por tanto, no os dejéis cegar por fuentes de muchos vatios que cuestan baratas porque ese tipo de chollos no existen en hardware informático. Si preferís pagar 20 € por vuestra fuente y arriesgaros a que cuando ésta se estropee se lleve por delante vuestra placa base, el procesador, la RAM o la tarjeta gráfica y tengáis que desembolsar 100 € o más extra para reemplazar uno de estos componentes, es mi opinión que no es la mejor elección.

Hay varios parámetros en los que deberemos fijarnos a la hora de elegir una fuente de alimentación.

Hay que recordar en este punto que el cálculo de la potencia se realiza por la fórmula

Donde W es la potencia en vatios, V es el voltaje en voltios y y A el amperaje en amperios.

Por ejemplo, en la imagen anterior vemos que el raíl de +5 V es capaz de suministrar 30 A, lo que nos da una potencia máxima de 150 W para sólo ese raíl.

Una manera muy sencilla de comprobar si una fuente se ha realizado con tecnología moderna o antigua es comprobar el amperaje de los raíles. Si la fuente suministra más potencia en el rail +5 V que en el +12 V, es que está realizada siguiendo estándares antiguos dado que en los sistemas actuales, el rail que más se utiliza es el +12 V frente a lo que ocurría hace 5 años en que el rail más utilizado era el +5 V.

Últimamente los fabricantes han decidido, ante el aumento de consumo de los ordenadores especialmente en el raíl +12 V, dividir este raíl en varios sub raíles destinados, en teoría, a proteger al usuario en caso de descarga eléctrica. No voy a entrar a discutir entre si es realmente efectiva o no esta medida, pero sí es algo que tener en cuenta a la hora de balancear la carga del sistema entre los diferentes raíles, dado que un mal balanceo puede resultar en una sobre carga del raíl y la muerte prematura de la fuente o cuelgues aleatorios.

Ahora está de moda el hacer pasar a las fuentes por las certificaciones 80+, lo que indica que la fuente tiene como mínimo una eficiencia energética del 80% entre el 20 y el 100% de carga del sistema que hace funcionar. Aunque esto en teoría está muy bien, hay bastantes fabricantes que son tan avispados que hacen pasar a sus fuentes las pruebas de certificación del estándar a una temperatura de 25 ºC que, si bien es la reglamentaria por ECOS & EPRI, no suele parecerse demasiado a la temperatura real de una fuente, especialmente aquellas que no tienen acceso a una toma de aire directa al exterior de la caja donde van montadas. Dado que el aumento del calor genera a su vez un aumento de la resistencia en un circuito eléctrico, se da bastante el caso que una fuente que en teoría tiene una eficiencia de 80%, en realidad la tiene del 75% o menor en circunstancias reales.

Ya que estamos con el tema, para fuentes conectadas a corrientes de 230 V:

No es que el outsourcing sea algo malo en realidad, dado que permite bajar los precios finales de la fuente y hacerlas más accesibles sin perder calidad dado que no pagas la marca. De hecho, algunas marcas que son también ensambladores como Antec encargan algunos de sus modelos a fabricantes como Seasonic.

Los fabricantes reales más reputados de fuentes de alimentación son Seasonic, Enermax y Antec.

Hay otra serie de consideraciones que se podrían tener en cuenta como la marca de los condensadores, la composición del filtro primario, etc pero para conocerlos habría que abrir la fuente de alimentación lo cual generalmente no se puede hacer previo a la compra de una fuente. Además, abrir una fuente de alimentación representa anular la garantía, algo que no querréis perder.

Para este tutorial se han llevado a cabo pruebas en diferentes equipos en las que se ha medido el consumo del ordenador en idle, con el procesador en load y con el procesador y la gráfica en load (lo que denominaríamos Full Load). A parte, uno de los equipos se ha overclockeado bastante para comprobar el aumento del consumo que genera dicho overclock.

Para tener una cifra real del consumo se ha empleado un medidor a toma de corriente marca Velleman más una pinza amperimétrica Velleman DCM267 para comprobar que las medidas de potencia efectuadas eran correctas.

Como software se ha empleado:

-Caja con 4 ventiladores de 200 mm y uno de 140 mm

Este equipo se ha probado en diferentes configuraciones:

-Configuración con el TurboBoost desactivado.

-Configuración con el HyperThreading desactivado.

-Overclock a 3.2 Ghz con 1.22 V Vcore.

-Overclock a 3.6 Ghz con 1.225 V Vcore.

-Overclock a 3.8 Ghz con 1.37 V Vcore.

-Overclock a 4 Ghz con 1.43 V Vcore.

En las configuraciones stock, podemos ver claramente que la configuración normal es la que más consume pero dicho consumo se puede reducir bastante si desactivamos ciertas características del procesador. Desactivando el TurboBoost perderemos algo de rendimiento y el ahorro energético que representa no es muy grande, la verdad. Sin embargo, desactivando el HyperThreading (de manera que, a efectos prácticos, convertimos el procesador en un i5 750) el ahorro energético es bastante mayor y no hay pérdida apreciable de rendimiento si el sistema tiene como uso principal juegos y similares. Sin embargo, en caso de dedicar el sistema a aplicaciones profesionales de diseño y edición gráfica con programas que sean capaces de emplear los 8 hilos paralelos del procesador, el impacto en el rendimiento sí sería bastante importante.

En las configuraciones con overclock podemos ver que la diferencia en el consumo entre los 2.66 GHz originales hasta los 3.6 GHz es muy baja. Ello es debido a que para llegar a 3.6 GHz se requiere un incremento de tan solo 0.005 V. Sin embargo, a partir de ahí se ve también a las claras que llegar a 4 GHz representa un incremento de 124 W, es decir, prácticamente se dobla el consumo del procesador en estas circunstancias.

Como comparación, he decidido incluir también una tabla donde se muestra este mismo sistema pero empleando una configuración con una y dos gráficas Asus GTX460 DirectCu 1 GB.

Como se puede ver, el consumo está bastante parejo en idle y carga de la CPU como es normal, pero en cuanto hacemos funcionar ambas gráficas al unísono vemos que el consumo se dispara, y sin embargo sige siendo menor que el de la GTX295 a plena carga. Es interesante ver que un todopoderoso Core i7 serie 9xx podría ser movido sin problemas por una buena fuente de alimentación de 450 W si no se tiene intencion de hacer overclocks salvo a niveles bajos o medios.

Como equipo de gama media se ha elegido un sistema de lo más representativo de lo que se tiende a montar en estas fechas, compuesto por:

-Caja con 3 ventiladores de 140 mm

Veamos el consumo de este equipo:

Como vemos, el consumo es muy inferior al sistema antes analizado, especialmente en idle donde el consumo se ha reducido dos veces y media. A demás, el consumo total de este sistema no llega ni a 400 W, así que ponerle fuentes de potencia superior es tirar el dinero.

El equipo para gama media es muy propio de lo que se veía hace unos dos años y está compuesto por:

-Caja con 4 ventiladores de 140 mm

Menos consumo todavía que el sistema anterior. De hecho, este sistema se puede mover sin problemas con una fuente de 350-380 W que tenga una calidad medio decente.

El equipo de gama baja está compuesto por componentes antiguos y con poca potencia y consumo, que son:

-Caja con dos ventiladores de 120 mm

Y el consumo de este equipo es:

El consumo es de risa en realidad. No llega ni a 200 W. Es interesante ver como la fuente de menor calidad consume 2 w más en modo stand by que las de más calidad montadas en los otros sistemas.

Estos resultados tan explicativos nos llevan a una conclusión: Tenemos la manía de meter fuentes de alimentación en nuestros sistemas muy sobredimensionadas para lo que en realidad necesitan. No cuenta la excusa de que «es para futuras ampliaciones» dado que lo que más se suele ampliar en estos momentos es la cantidad de discos duros para el sistema y el consumo de un disco duro es muy bajo; habría que montar racks de 10 discos duros mecánicos para que realmente tener 100 W más a nuestra disposición mereciera la pena y no veo a ningún usuario pensando en realizar semejante cosa.

Más de uno entonces se estará preguntando por qué las recomendaciones de los fabricantes suelen ser superiores a lo que aquí vemos. Ello es debido a que un fabricante generalmente recomienda algo poniéndose en el peor de los casos, que suele ser el más común de ellos: El usuario tiene una fuente de alimentación genérica o de muy mala calidad que es incapaz de dar la potencia que anuncia. En ese caso, el fabricante recomienda fuentes de mucha mayor potencia para que la que posea el usuario sea más que capaz de mover su componente. Pero como hemos podido comprobar, incluso una buena fuente de 500 W puede mover un sistema de gama media-alta que son los que más se suelen pedir en los foros de ADSLzone.

Sin embargo, todo esto choca de manera frontal con lo que desean los fabricantes de fuentes y las propias tiendas. Alguien se ha parado a mirar cuánto cuestan las fuentes buenas de entre 350 y 450 W?? Muchas veces, incluso más que sus hermanas mayores de mayor potencia y esto es, en gran medida, culpa nuestra que hemos seguido la tendencia equivocada que «más es mejor» cuando en este caso es precisamente justo al contrario: Más potencia cuando no se necesita hace a la fuente funcionar de manera permanente fuera de su zona de mayor eficiencia, lo que se traduce en un aumento innecesario del consumo. Dado que el fabricante sabe que no va a ganar casi dinero con las fuentes de baja potencia, las puede poner a un precio mucho mayor sabiendo que lo que no gane con ellas lo va a recuperar de sobra con las ventas de las gamas superiores. Nuestro consejo desde HardZone es que no os dejéis embaucar por los cantos de sirena de los fabricantes de fuentes de alimentación e instaléis en vuestro sistema aquello que realmente necesitáis.